El arte sin censura de Lucian Freud
Hoy queremos presentaros a uno de los pintores figurativos contemporáneos más relevantes del siglo pasado. Lucian Freud fue un pintor alemán nacido en Berlín y fallecido en Londres en el año 2011, nieto del padre del psicoanálisis.
Su obra tiene la cualidad de no dejar indiferente a nadie, por la sinceridad con la que este artista representó la realidad. La técnica predominante en su obra es el empaste, técnica que dominó con maestría y que aporta a su obra un aspecto cuasi escultórico, mediente la aplicación de capas sobre capas.
Durante su incansable vida como artista, con jornadas de diez horas diarias, siete días a la semana, Lucian Freud, buscaba ante todo la autenticidad de las personas que retrataba, rompiendo de este modo con la tendencia imperante en este campo.
Los cuerpos desnudos representados por Freud, no ocultan la realidad de la naturaleza humana, recreándose en las imperfecciones del cuerpo, en la flacidez de la carne y en las impurezas de la piel. El artista se convierte en un cirujano que, a golpe de bisturí, va creando la piel del modelo sobre el lienzo. En la mayoría de los casos, Lucien Freud, no se conformaba con pintar a sus modelos, sino que se informaba de su vida, de su historia, obsesionado por plasmar la auténtica realidad de su naturaleza.
En vida, el artista logró ser uno de los pintores más cotizados, alcanzando algunas de sus obras cifras astronómicas, poco habituales en pintores vivos. Muchas figuras relevantes quisieron ser retratados por este artista, que renunció a muchos de dichos retratos al no encontrar en estas personalidades el interés artístico que su obra requería.
No renunció a todos ellos, uno de sus cuadros más valorados fue un retrato de Kate Moss embarazada o de la Reina Isabel II de Inglaterra. Este último, fuertemente criticado por la casa de la Reina, al haberla representado de forma especialmente envejecida, lo que no hizo más que acrecentar el respeto profesado por el mundo del arte, al reafirmarse en su búsqueda de la autenticidad.
Sin duda, uno de los artistas contemporáneos que han sembrado la guía a seguir por el arte actual y que nos ha dejado una obra de valor incalculable.
Su obra tiene la cualidad de no dejar indiferente a nadie, por la sinceridad con la que este artista representó la realidad. La técnica predominante en su obra es el empaste, técnica que dominó con maestría y que aporta a su obra un aspecto cuasi escultórico, mediente la aplicación de capas sobre capas.
Durante su incansable vida como artista, con jornadas de diez horas diarias, siete días a la semana, Lucian Freud, buscaba ante todo la autenticidad de las personas que retrataba, rompiendo de este modo con la tendencia imperante en este campo.
Los cuerpos desnudos representados por Freud, no ocultan la realidad de la naturaleza humana, recreándose en las imperfecciones del cuerpo, en la flacidez de la carne y en las impurezas de la piel. El artista se convierte en un cirujano que, a golpe de bisturí, va creando la piel del modelo sobre el lienzo. En la mayoría de los casos, Lucien Freud, no se conformaba con pintar a sus modelos, sino que se informaba de su vida, de su historia, obsesionado por plasmar la auténtica realidad de su naturaleza.
En vida, el artista logró ser uno de los pintores más cotizados, alcanzando algunas de sus obras cifras astronómicas, poco habituales en pintores vivos. Muchas figuras relevantes quisieron ser retratados por este artista, que renunció a muchos de dichos retratos al no encontrar en estas personalidades el interés artístico que su obra requería.
No renunció a todos ellos, uno de sus cuadros más valorados fue un retrato de Kate Moss embarazada o de la Reina Isabel II de Inglaterra. Este último, fuertemente criticado por la casa de la Reina, al haberla representado de forma especialmente envejecida, lo que no hizo más que acrecentar el respeto profesado por el mundo del arte, al reafirmarse en su búsqueda de la autenticidad.
Sin duda, uno de los artistas contemporáneos que han sembrado la guía a seguir por el arte actual y que nos ha dejado una obra de valor incalculable.
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